viernes, 13 de marzo de 2009


Tomala vos damela a mi parece cantar éste apasionado deportista de nuestro medio quien me inspiró profundamente para arrancar con éste, mi primer escrito en Hasta la Victoria A Veces.
Quizás sean sus rodillas apuntalando al heroe ensimismado en la cumbre del éxtasis de ese momento sin tiempo que no es el antes ni el después; o a lo mejor su mirada, clavada en un pensamiento único del que está por cometer el acto de la victoria, sus manos con el arma en el que deposita los sueños, triunfos y frustraciones de los congeneres y las generaciones por venir.
Es éste instante, ahí. Solo que ese shorcito... el shorcito es el "a veces" es la falta de autocrítica, es el no detenerse un segundo a desacogotarse los huevos por la ansiedad de gloria.
Bienvenidos a los navegantes peregrinos que se arrimen por acá. Ya veremos de qué hablamos.

4 comentarios:

Natiii dijo...

PRI MÁS QUE PRI!!!!

Che, den a ese hombre un poco de hidratos de carbono... esa patita famélica me da impresión...

En fin, bienvenido a este mundo (?)

Hermana de SDU-7 dijo...

Ese tipo es tan flaco como yo. Pero no uso esos shorcitos. Y la pelota puede ser un arma para golpearle la cara a sus enemigos, no sabés.

Not just a moustache dijo...

yo iba a opinar que lo mejor que tenía ese muchacho era el short, pero no voy a andar contradiciendo al dueño

soy freak, mas no punk

Nauta Cousteau dijo...

Por la fecha en la que fue sacada la foto yo supongo que los hidratos de carbono solo favorecería a los microorganismos que se alimentan o viven a duras penas de los restos de mi alma mater y musa escencial.
La pelota como arma era una forma poética, pero impactando someramente contra el tabíque del contrincante pasarìa a la forma concreta de arte realísta.Gracias por visitarme en éste arranque fotruíto, nos vemos.