jueves, 18 de junio de 2009

DÓNDE ANDARÁN

Siempre después del amor me quedaba tirado en la cama mirando el mueblecito de los libros, estaba Kundera mezclado con El amor en los tiempos del cólera y otros tipos, me encantaba quedarme mirando porque la luz de la calle atravesaba la persiana y daba en el mueblecito donde estaban los libros, ahí quedaba el aura de ella en la oscuridad, con la persiana en su cuerpo, o en los dos.
Ella siempre ponía Morcheeba o Massive attack o Portishead o Ian Astbury y se ponía hermosa y tomábamos vino.
Eramos jóvenes en todo sentido.
Me acuerdo de la textura y la forma de la madera del respaldar de la cama en los dedos mientras miraba a la pared de los libros, eran momentos profundos, con su piel, su respiración. Sin decir nada, mirando los libros.
Dónde estará todo eso, a veces paso por esa casa donde hace mil años que no vive nadie y que está siendo remodelada y miro para arriba a la ventana de la pieza, la persiana sigue igual, la luz debe dar de la misma manera sobre la pared donde estaba el mueblecito.


Después hubo daño, dolor.
Miles de kilometros de distancia, para siempre.

14 comentarios:

ojo vidrioso dijo...

Que recuerdos!

Daño, dolor... no vale la pena trancarse en eso. Posta.

Los recuerdos anteriores son muy superiores.

Abrazo

Pablo Bertoldi dijo...

No lo voy a volver a leer porque en la próxima lloro! Fuera de joda!

Andrea dijo...

pero quién te quita lo bailado!

Un helecho que dice la verdad dijo...

Tiene razón Andreievna, quién te quita lo bailado y lo cantado... Dice Freud que después del dañodolor viene un enriquecimiento yoico, no sé bien qué es porque todavía no leí los apuntes que tenía que leer para la facultad, pero "enriquecimiento yoico" suena bien. Aunque "Yoico" se parezca a una marca de caldo.

LA GORDA dijo...

Che gotan, no te preocupes que ella debe estar en los brazos de otro jurandole tambien amor eterno.

el Rafa dijo...

El momento por el momento mismo tiene infinito valor...

Como dijeron antes: quien te quita lo bailao?
Saludos.

Nauta Cousteau dijo...

Che, lo bueno de lo que cuento son justamente esos momentos eternos.
El tema del daño y del dolor no es que yo lo haya sufrido más que ella, fuí artífice de tanto dolor que le causé a ella y hay´en eso también un elemento super trágico porque la vida iba pasando a velocidades disímiles día a día y no pudimos manejar muchos de los kilombos en los que nos metímos -emocionalmente- y bueno, daño, dolor, adios.
Lo que no me entra en la cabeza es cómo puede ser que a una persona a la que se ha querido tanto y con quien se han compartido las partes escenciales de uno no se la vuelva a ver nunca mas. El tiempo dirá.

La Criatura dijo...

ah! hablabas de la mina! yo pensaba que te extrañabas el mueblecito!

Nauta Cousteau dijo...

que hijo de puta

Nauta Cousteau dijo...

no sos capaz de contemplar la sensibilidad de un hombre por un objeto animado y con algo sentimientos como, por ejemplo, una buena mujer.

Caro Pé dijo...

Mientras no sea Su-la sú,
Nauta, acá sigo en línea -acoplada a tu último comentario.

Pues mientras no sea la Sú, todo bien

Nauta Cousteau dijo...

No entiendo Caro, ¿la sú? Conozco una Su pero vive en Monterrey, México, la quiero mucho pero no me escribió mas. Y después la conozco a la Sú Gimenez pero no he tenido el gusto de tratar con la diva de los fusilamientos en persona

Caro Pé dijo...

Nauta!ES muy lindo que alguien recuerde así a alguien.

Hay sensibilidad acá.
No crea que soy una insensible, como la supuesta Diva telefónica, jé
salutes!
3!

Anónimo dijo...

Muac!