DINERO DINERITO

Ayer presencié demasiado de cerca para mi salud, la grabación de un programa típico de cable en la que dos tipos sentados en una mesa se ponen a operar políticamente a favor de algún grupo de poder. En este caso se trató de dos vasallos, el periodísta vernáculo muy concocido y asociado generalmente a la ginebra y al aníz y el otro, peiodísto de el gran diario argentino sección agorpecuaria que se encontraba de visíta engalanando nuestra ciudad.
El nivel de negligencia a la que están acostumbrados al ejercer su trabajo como periodístas, como comunicadores, éstos sujetos supera vergonzosamente el límite de la decencia.
Se trató el temita de la soja y del odio de los Kirchner a la "gente del campo", y de cómo no los dejan desarrollarse como grupos productivos, y que no les pongan trabas en ese desarrollo. Las principales trabas por supuesto son los impuestos o el control a las exportaciones o pretender que se haga rotación en las cosechas para no afectar el suelo... No estoy exponiendo a favor de las políticas de los K porque estaría siendo tan imbécil como estos vasallos de los que hablo y porque no son santos de mi devoción.
El entrevistador jamás preguntó por el deterioro del suelo, por la explotación y el trabajo en negro (evasión entre otras cosas peores)de la mano de obra en la actividad agropecuaria, por el desmonte, por el traslado y robo salvaje de tierras a los nativos que ejecutan los sojeros en complicidad con gobernantes. Del daño que produce la soja transgénica y el cancer que es el glifosato. Mi vena yugular estuvo al borde de su límite elástico cuando un preinfarto de miocardio le quitó protagonísmo y el pecho se me desgarró al escuchar la respuesta a la pregunta: ¿le voy a preguntar por Grovocopatel?
-Grovocopatel es una gran hombre, muy necesario para éste país, y su padre lo fue mucho mas.(en escencia es esto, a lo mejor las palabras acomodadas de otra manera, no recuerdo exácto porque se me estaba aplicando elctroshoks en ese momento y peleaba por mi vida).
En fin, no voy a transcribir la entrevista en la que se derramó una salvajada de propuestas para que los poderosos hagan sus tramoyas en paz y los dejen enriquecerse a piaccere utilizando los recursos naturales de todos nosotros sin aportar un manguito ni pa comprar un nebulizador, y defiendendo y argumentando a favor del capitalísmo perogrullo, no sin compararse con países como Finlandia, Canadá, Australia en fin, países en los que sus empresarios y hombres de poder tienen conciencia patriótica y no son simples esclavos bufones de poderes imperiales, todos los poderosos capitalístas del mundo son unos hijos de puta, es LA condición para jerecer estos menesteres, pero los hay garcas vendepatrias y empobrecedores de sus hermanos y los hay a los que les interesa que su país crezca a la par de sus monederos.
Volviendo a lo que me ocupaba, tipos como los que estaban sentados a la mesa ayer, preparados, léidos, que han caminado varias calles porque seguramente no viven en un frasco, y sobre todo tipos cargados de I-DE-O-LO-GÍ-A, porque son los primeros que hablan de la muerte de las idelogías cuando en realidad los que murieron son quienes ponían en práctica ideas contrarias a los intereses de sus jefes, contrarias al plan, pero ellos tienen si idelogía, claro que si, un plan tan macabro no se funda en base a improvisaciones salidas de la mente de un cabeza hueca; a ver: ¿en qué momento pierden el corazón? si lo tuvieron alguna vez, estos cuadros de la oligarquía suelen ser despojados de sentimientos muy de jóvenes y les incautan la pasión por el resto de los mortales apenas ven la luz,¿cuándo es que sus bolsillos pesan tanto que le quitan atención a la verdad cuando esa verdad le reclama a gritos por la vida de sus hermanos? ¿no pueden poner la energía que ponen en mentir en juntarse y decir: Basta, es demasiado, la vida de un niño no es negociable, el futuro de miles de familias desplazadas no es negociable?, ¿no les corre sangre por la venas? yo los veía ahí, a menos de tres metros de mis pies, hablando y hablando sin que me quepa en la razón y mucho menos en el corazón que alguien sea tan pero tan tremendamente desalmado, traidor, vasallo y lamentandome por cuánto voy a tener que endurecer a mis hijos para luchar en el mundo que vienen forjando estas ratas (mientras sigamos perdiendo terreno y no hagamos nada), en lugar de usar ese tiempo en enternecerlos.